El fútbol tiene situaciones inesperadas y una ocurrió en Moscú. Diego Maradona no quería jugar el amistoso frente a Rusia por la proximidad a este trascendental encuentro ante Brasil y porque el equipo, ya golpeado, podía recibir un golpe más. Sin embargo, el triunfo le terminó dando aire a un seleccionado cuestionado y presionado porque la clasificación al Mundial de Sudáfrica sigue siendo una incógnita.La victoria, mágicamente, cambió el ánimo del plantel y también la expectativa en la previa al choque con los conducidos por Dunga. El éxito consolidó el grupo y, además, el arranque de la temporada europea mostró en un muy nivel a piezas clave como Lionel Messi (fue elegido el mejor de la Liga de Campeones y le pidió a Josep Guardiola no estar en la primera fecha del torneo español para llegar bien preparado) y Sergio Agüero, mientras que entre ambos busca un resquicio para “colarse” Lisandro López. Argentina llega bien, quizás mejor de lo que se podía imaginar tras caer ante Ecuador, pero no tanto como su rival…
Hace rato que Brasil dejó ser el que brillaba en cada presentación y se notó en la reciente Copa Confederaciones que obtuvo en Sudáfrica. Dunga intenta darle al seleccionado un funcionamiento más colectivo, quiere un equipo aguerrido y ya no es extraño que dos de sus principales referentes sean Julio César y Lucio, arquero y central. Kaká es su inspiración, Robinho su ladero y ante Argentina sentirá la ausencia por suspensión de Luis Fabiano. Será Adriano, un viejo conocido de nuestro representativo, el encargado de reemplazarlo.
Más allá del funcionamiento, Brasil llega mejor en cuanto a resultados y también saca otra pequeña ventaja respecto a los lesionados, ya que Argentina tiene dos bajas importantes: Martín Demichelis –referente en la defensa- y Jonás Gutiérrez, a quien Maradona lo puso tras el amistoso ante Rusia en el mismo nivel que Messi y Javier Mascherano.
¿Cuál es la principal diferencia entre ambos en la previa? La urgencia. Brasil llega a Rosario como líder de la Eliminatoria y hasta se puede dar el lujo de una derrota. Argentina, por su parte, está cuarta y tiene la obligación de conseguir un triunfo para no complicar aún más la clasificación. Maradona y sus muchachos saben que deben hacer valer la localía y, por eso, decidieron dejar atrás al tradicional estadio Monumental para buscar un poco más de calor en el Gigante de Arroyito.
Fuente: TyC Sports
