Banfield es campeón. El añejo Taladro logró por primera vez en su historia un título en la máxima categoría del fútbol argentino. Lo hizo sin lucirse y, quizás, hasta defraudando en el encuentro decisivo con Boca, pero qué importa para los de Falcioni que viven su hora más gloriosa.Claro, el título de Banfield es merecido por la campaña realizada, pero si hay que guiarse por el rendimiento de hoy, en el partido con Boca, hay que hablar de un equipo al que le pesaron las piernas y le faltaron ideas en un encuentro decisivo.
Es que el Taladro la tuvo difícil desde el comienzo porque apenas a los seis minutos Barraza le pateó la cara a Gaitán en el área y Abad cobró el correspondiente penal. Garrafal error de un jugador de Primera y más en un encuentro donde su equipo se jugaba el título. Palermo se hizo cargo de la falta y con bajo zurdazo cortó su sequía de casi nueve encuentros sin convertir.
El miedo a perder todo corrió por Banfeld, pero desde Rosario llegó el primer grito de San Lorenzo que resonó en la Bombonera. Dentro los de Falcioni hacían lo que podían, que por cierto era bastante poco. Apenas en el final estuvieron cerca del empate en una combinación entre sus delanteros uruguayos, que se le fue cerca de Fernández.
Para el complemento la actitud de Banfield fue la de ir a buscar lo que había ido a conseguir. Tuvo un par de aproximaciones en la cabeza de Víctor López, pero no alcanzó para igualar. Pasó ese momento y Paletta bajó un entro pasado y Palermo, ya sin estigma encima, la empujó.
Ahí sí se petrificó la tercera bandeja en la Boca y toda la atención pasó al Parque de la Independencia. Y desde Rosario llegó el segundo grito azulgrana, terriblemente amplificado por Banfield que recién ahí se animó a dar rienda suelta a su alegría.
Hubo vuelta olímpica en la Boca y festejo que promete perdurar en las tierras de Cortázar. Nadie reparó en el mal partido, en la derrota o en otras yerbas. Para Banfield es tiempo de gritar campeón, por primera vez.
Ver también: El camino hacia el título
Fuente: TyC Sports
